
Los cuadros decorativos son mucho más que simples elementos estéticos. Son la manera más directa de expresar tu estilo, llenar de vida una pared vacía y aportar profundidad, textura y carácter a cualquier espacio. En RQH Living, creemos que cada obra tiene el poder de convertir una casa en hogar.
¿Por qué decorar con cuadros?
Aportan personalidad: cada obra comunica una intención, un sentimiento, una estética. Puedes elegir desde abstracciones modernas hasta retratos o paisajes naturales.
Rompen la monotonía: una pared blanca o neutra puede transformarse completamente con una pieza bien seleccionada.
Generan puntos focales: un buen cuadro puede ser el centro visual de tu salón, dormitorio o pasillo.
Se adaptan a todos los estilos: minimalista, nórdico, industrial, clásico o boho; siempre hay un cuadro que encaja.

Tipos de cuadros para cada ambiente
En el salón:
Obras grandes y llamativas sobre el sofá o la chimenea.
Trípticos o composiciones de 2 o 3 piezas con colores suaves o contrastantes.
Arte abstracto en tonos neutros para combinar con muebles elegantes.
En el dormitorio:
Cuadros relajantes sobre el cabecero: paisajes, líneas suaves o piezas monocromáticas.
Ilustraciones o fotografías artísticas en formato vertical o cuadrado.
En el comedor o cocina:
Láminas botánicas o gastronómicas con marcos negros o dorados.
Estilo vintage o escandinavo para espacios más informales.
En espacios de trabajo:
Arte minimalista, gráfico o en blanco y negro para mantener la concentración y la inspiración.